Desde hace más de una década Delagro, una de las cooperativas más importantes del sector agroalimentario, mantiene una relación con Jungheinrich como proveedor de soluciones para su intralogística.
Delagro es una cooperativa de segundo grado integrada por más de 23 entidades, algunas de ellas de segundo grado de Asturias, Cantabria y Galicia que, juntas, aportan 37 cooperativas representadas, con más de 26.000 familias asociadas, de las que 17.000 son socios con actividad agraria. Un grupo que apuesta por la innovación, la expansión y que ofrece soluciones personalizadas.
La actual relación de Jungheinrich y Delagro comenzó en el año 2008. “La relación con Delagro ha sido excelente desde entonces hasta ahora”, comenta Pablo Diéguez, técnico comercial en Jungheinrich. Delagro fue el cliente que realizó el primer pedido del Sistema de Gestión de Almacenes de Jungheinrich (WMS). Por su parte, Pablo García, director de operaciones de Delagro, valora de forma muy positiva la alianza: “Hemos ganado en eficiencia y eficacia gracias a Jungheinrich”.
Después aparecieron otros proyectos que incluían desde carretillas elevadoras retráctiles a transpaletas y sistemas de estanterías para el almacén. Incluso otras empresas dentro de las 46 cooperativas representadas por Delagro mostraron interés por las soluciones de Jungheinrich con pedidos de equipos de manutención, lo que pone de manifiesto su liderazgo dentro del sector.
Últimas innovaciones dentro de la colaboración
Crear valor de forma sostenible es uno de los objetivos de Jungheinrich. Delagro comparte esta filosofía apostando por la innovación. De esta manera, la cooperativa agraria ha decidido cambiar sus carretillas térmicas por carretillas elevadoras eléctricas de Jungheinrich, asumiendo un ahorro en combustible.
A pesar del mayor consumo de energía durante la producción, las carretillas eléctricas con batería de plomo ácido causan un 42 % menos de CO2 que las carretillas de combustión diésel con una capacidad de carga equivalente.