J. Ranz: “Lo que ha pasado en el sector del vacuno en España es una auténtica reconversión industrial”

En Vaca Pinta 21 charlamos con el presidente de Anembe, Joaquín Ranz, sobre cómo afrontaron el trabajo en 2020 en la asociación y en qué les ha afectado la situación actual. Así mismo, Ranz también nos habla de los próximos planes de la asociación, entre los cuales se encuentra la reorganización del Congreso Mundial de Buiatría, que se celebrará en Madrid en 2022.

¿Cómo nos presentaría Anembe?

Anembe es un acrónimo que significa Asociación Nacional de Especialistas en Medicina Bovina de España. Es una asociación de veterinarios que aglutina a la mayoría de los veterinarios del país que ejercen la profesión total o parcialmente con el vacuno. La mayoría de los socios y socias somos veterinarios prácticos, aunque también los hay dedicados a la investigación y trabajadores de las empresas del sector. Nuestra asociación tiene una importancia muy destacada dentro de la profesión, ya que facilitó, y sigue facilitando, la formación de los veterinarios en contacto con el vacuno, además de establecer una red de contactos y amistades entre estos especialistas que ha permitido el crecimiento colectivo, la proyección internacional y el conocimiento de las técnicas de los mejores profesionales del mundo.

¿Qué tipo de actividades organiza la asociación?

Desde sus inicios, Anembe tomó importancia por organizar un congreso internacional donde se juntaban ponentes de todo el mundo de máximo nivel, junto con lo mejor que nos ofrecía en cada momento el panorama nacional. El congreso anual ha sido desde siempre el evento primordial de Anembe, al cual acuden también la mayoría de las empresas farmacológicas del sector. Con la consolidación de la asociación y de su congreso, se han ido desarrollando también diversos seminarios específicos sobre temas de actualidad, cursos de formación presenciales y online y simposios para las diferentes especialidades que toca la medicina bovina.

En los últimos años, Anembe se ha consolidado como órgano formador de referencia para los veterinarios de vacuno españoles. ¿Cómo ha beneficiado esta adquisición de conocimientos al sector?

Lo ha beneficiado muy positivamente, por supuesto. En las últimas décadas, el sector del vacuno ha demostrado ser tremendamente dinámico y cada vez más tecnológico (algo muy importante y que implica directamente a los veterinarios). Al permitir que los veterinarios españoles conocieran los últimos avances que se estaban utilizando en Estados Unidos y en Europa, Anembe ha sido un trampolín para que cada profesional, en función de las condiciones de su clientela, intentara aplicar todas estas novedades en su trabajo. Todo esto, unido a la inercia de algunos ganaderos con ganas de modernización y progreso, ha dado lugar a una mezcla magnífica para conseguir que España tenga algunas explotaciones que son modélicas en Europa y un sector vacuno muy desarrollado.

Estaba previsto que este año la asociación organizase por primera vez el Congreso Mundial de Buiatría. ¿Cómo se afronta un evento así en medio de una pandemia mundial?

La celebración del congreso mundial está sujeta a que otra asociación supranacional, como es la World Buiatric Association (WAB), te lo asigne. Anembe y su junta directiva anterior pelearon mucho por este proyecto y finalmente se consiguió. Por desgracia, la situación actual hacía imposible celebrar el evento en condiciones y, puesto que no podíamos desperdiciar la oportunidad de que el mundo entero conociese el nivel científico de los veterinarios y la ganadería de España, luchamos por el aplazamiento hasta conseguirlo.

La cita se ha pospuesto hasta septiembre de 2022. ¿Esperan que la afluencia sea alta en esa fecha?

Efectivamente. La situación sanitaria por la que estamos pasando nos ha obligado a aplazar el congreso, a la espera de que en el 2021 se consiga la vacunación de la población, la normalización del tránsito internacional de personas y el control de la enfermedad. En 2022 esperamos llegar a la celebración de un gran evento científico presencial que junte a más de 3.000 profesionales de todo el mundo y que permita imprimirle a esa reunión el espíritu de alegría, hospitalidad y compañerismo, señas de identidad de Anembe durante toda su trayectoria.

¿Cómo planean celebrar el resto de las acciones formativas previstas para 2021?

En otoño de 2021, si la situación sanitaria nos lo permite, tenemos voluntad de organizar una reunión presencial, un congreso de tránsito al mundial, quizás algo más pequeño que los últimos realizados, pero lógicamente con ponentes de máximo nivel, como siempre.

Ante la nueva situación, ¿qué tipo de formaciones están ofreciendo?

Lo cierto es que 2020 ha sido un año de auténtico parón, donde hemos estado a la espera de ver cómo evolucionaba la enfermedad para decidir qué actividades podrían encajarles a nuestros socios. Para esta asociación la presencialidad es un activo de grandísimo valor, del cual no queremos desprendernos, pero las circunstancias de aislamiento territorial y el perimetrado por regiones nos han obligado a desembarcar en el mundo de la formación virtual. Ahora mismo estamos preparando una batería de más de 25 webinarios que tratarán de fomentar al máximo la interacción. Saldrán a la luz a principios de 2021 y esperamos que sean muy bien acogidos. Si vemos que el sistema funciona, pensaremos en abrirles la puerta a más actividades de este tipo.

¿Qué temas tratarán esos seminarios de los que habla?

Se tocarán diferentes áreas de especialización de la buiatría, con ponentes nacionales y extranjeros. Se publicará uno cada semana, probablemente los miércoles, de forma que vamos a llegar al verano de 2021 con una formación continuada de alto nivel. También permitiremos a las empresas que han sido promotoras habituales de nuestros eventos su participación en forma de patrocinio.

España es uno de los líderes mundiales en medias de producción y de eficiencia productiva. ¿Qué relación tiene esto con el hecho de tener a profesionales cada vez más formados dentro del sector?

Estoy convencido de que guarda una gran relación. Así y todo, probablemente esta pregunta la deberían contestar nuestros clientes, los ganaderos, pues no sería justo quitarles a ellos ningún mérito, tanto por la calidad e intensidad de su trabajo día a día, como por la importancia de sus inversiones económicas.

El sector ha mejorado mucho en un periodo relativamente corto de tiempo. ¿A qué cree que se debe?

Lo que ha pasado en el sector del vacuno en España y, sobre todo, en el de leche, es una auténtica reconversión industrial sin ningún plan de Estado. Las opciones eran modernización o cese, especialización o ruina, inversiones o retiradas; el horizonte legislativo es siempre incierto y la política de apoyo nunca está claramente definida, y, aún así, se ha conseguido esta mejoría tan rápida. El mérito es de todos los ganaderos que han trabajado por ello y que merecen el respeto de los técnicos, de los dirigentes y de la sociedad en general, la cual está cada vez más urbanizada y ajena a estos esfuerzos.

Ante un sector cada vez más especializado y automatizado, ¿cómo evolucionará la labor del veterinario de ganado vacuno?

Evidentemente su labor va a cambiar, pero eso llevará un tiempo y creo que la actividad tradicional seguirá coexistiendo con la robotizada. Si esta pandemia ha tenido alguna cosa positiva ha sido que el teletrabajo en el campo también ha empezado a dar sus primeros pasos. Hoy en día, los sistemas robotizados de manejo dan la posibilidad de sacar muchísima información de las explotaciones, tanto a nivel individual como en lo que respecta al rebaño. El veterinario puede tener acceso a los ordenadores de las granjas desde su clínica y/o oficina y puede detectar desde allí determinados problemas. No obstante, el ganadero todavía debe tomar conciencia de que se puede hacer así, de que se deben establecer canales seguros y rápidos de transmisión de datos y que, además, se puede hacer garantizando la privacidad de la información de su negocio.