Tras hacer balance de la situación del sector en el último año, la Asociación de Productores de Leche de Portugal (Aprolep) ha expresado su malestar por seguir trabajando con unos precios por debajo de la media europea. “A pesar de que nuestros productores cierran el año con la sensación del deber cumplido, se mantiene también el sentimiento de injusticia”, han manifestado desde la directiva de la asociación.
Los costes de producción aumentan cada año, pero los precios de venta de lácteos no avanzan a un ritmo equivalente en el país luso. Por este motivo, desde la Aprolep esperan que el Ministerio de Agricultura portugués dé un paso atrás en su decisión de reducir las ayudas del actual Régimen de Pago Base (RPB). “Los productores preferiríamos poder prescindir de ayudas y recibir un precio justo por la leche producida pero, mientras esto no ocurra, las subvenciones serán esenciales para la supervivencia del sector”, han destacado.
Entre las medidas que proponen para la mejora de la situación se encuentra el refuerzo del pago ligado a la adopción de eco-regímenes adaptados al sector que permitan un futuro más eficiente y ecológico en la producción de leche y en el que se beneficie a los agricultores preocupados por cuidar el medio ambiente y por combatir el cambio climático.
“En 2020, la producción de leche no paró, mientras que los niveles de contaminación se redujeron, demostrando así que la culpa del problema no la tienen ni las vacas ni los ganaderos. Esperamos que en 2021 los portugueses muestren su preferencia por productos lácteos nacionales, con el objetivo de poder percibir un mejor precio por parte de la industria y la distribución, así como una mayor atención por parte del Gobierno y de la Unión Europea”, han expresado los portavoces de la asociación.
