Paso al ordeño robotizado de mano del Lely A5

El tráfico libre, factor ineludible para Can Raset

Lely celebró en Can Raset una jornada de puertas abiertas en la que los asistentes pudieron conocer de primera mano la experiencia de estos ganaderos con el ordeño robotizado. En Vaca Pinta 40 conocemos esta granja catalana que está ordeñando a sus productoras con dos unidades del Lely Astronaut A5 y que, además, es la primera explotación de la península en incorporar duchas en sus robots para combatir el estrés por calor.

“Teníamos claro que si montábamos robots tenía que ser con tráfico libre; para nosotros es básico porque creemos que la vaca tiene que ir al ordeño cuando quiera, cuando se sienta bien”, cuenta Francesc Raset, copropietario de Can Raset, una ganadería ubicada en Vidreres (Girona) que lleva cuatro meses trabajando con dos robots Lely Astronaut A5.
Tomaron la decisión de instalarlos porque no tenían ningún trabajador y porque creen que la robotización es el futuro. En estos meses funcionando con los A5 han visto cómo la producción aumentaba (sin que esto repercutiese en las calidades), al tiempo que se incrementaba la media de ordeños: en primíparas llegan ya casi a los 3 ordeños y en multíparas rondan los 2,6.
En la actualidad, tienen cerca de 140 animales en ordeño (en el patio de primíparas hay unas 68 vacas y en el de multíparas, alrededor de 71), produciendo una media de 37 litros/vaca/día, con un 3,45 % de proteína y un 3,80 % de grasa y con un recuento celular por debajo de las 200.000 cél./ml.



EL TRÁFICO LIBRE, LO MEJOR PARA EL ANIMAL Y PARA EL GANADERO
Esta es una granja muy especial para Lely porque les permite mostrar perfectamente cómo funciona el modelo de tráfico libre: “En esta ganadería se hacen más de 190 ordeños por robot al día, dato que se consigue dejando que sean las vacas las que decidan cuándo ir a ordeñarse”, destaca Alberto Sánchez, responsable de ventas y marketing de Lely Center Los Corrales. En Can Raset nadie arrima vacas al robot, van por sí solas. 
Delante de las máquinas cuentan con una zona lo suficientemente amplia como para que no se molesten unas a otras, luego nunca se darán situaciones de bullying animal; el robot es, en todo momento, un lugar cómodo para ellas. “Todo esto permite que hasta en días de altas temperaturas, en pleno verano, no se requiera la presencia de mano de obra para acercar vacas. Gracias a todo esto, conseguimos el mayor rendimiento con menos personal y garantizando el mayor bienestar animal”, valora Unai Etxaiz, delegado de ventas de Lely en el País Vasco, Navarra y Cataluña.
Para Raset es primordial dejar que sus animales vayan a su ritmo, que se levanten y acudan a ordeñarse cuando quieran, que coman cuando lo necesiten... “Entendemos la importancia de que estén tranquilas porque sabemos que su bienestar se traduce en mayores ingresos a final de mes”, afirma. Los retrasos no son un problema en Can Raset con este sistema: cuentan que solamente dedican una media hora a primera hora de la mañana a atender este aspecto, a la que se suma otra media hora diaria de limpieza y revisión del robot. Una hora en total para revisar todas las tareas que engloba el ordeño en esta ganadería. 

“Con esta jornada de puertas abiertas lo que queremos es enseñarle a la gente que las vacas van solas a ordeñarse, que no necesitamos hacer batch milking”, afirma Sánchez. El tráfico libre es el mejor sistema para las vacas y lo mejor para las vacas, subrayan, siempre será lo mejor para el ganadero. 



ÁREAS DE SEPARACIÓN POR BIENESTAR Y POR COMODIDAD
En esta ganadería disponen, en la parte posterior de los robots, de áreas de separación donde se encuentran las recién paridas, las secas y los animales que requieren de alguna atención especial. “Imaginemos el trabajo que sería coger a todos estos animales y moverlos a una zona alejada del área de ordeño para luego volver a traerlos hasta aquí… No les gustaría en absoluto”, asevera el delegado de ventas de Lely en Cataluña. 
“En este sentido, estamos viendo lo útiles que son las áreas de separación de los robots, tanto para trabajar con más comodidad, como para que los animales estén más tranquilos”, apunta Raset. Estas zonas potencian dos factores clave en cualquier granja: rentabilidad y bienestar. “Podemos atender mejor a las vacas que lo necesitan, lo que redunda en una mayor longevidad y en menos cojeras, y todo ello con muy poca mano de obra”, dice el responsable de ventas de la empresa. 
Además, expone Etxaiz, en estas áreas “es más fácil acostumbrar a las vacas al primer ordeño, porque van a entrar al robot sin que nadie las moleste y será algo que harán sin que suponga una mayor carga de trabajo para nosotros”.



SOLUCIONES DE MONITORIZACIÓN Y PARA PALIAR EL ESTRÉS POR CALOR
Can Raset es la primera ganadería de la península en instalar duchas dentro de sus robots para combatir el estrés por calor.
“Sabemos los cambios de comportamiento que tiene la vaca ante el aumento de las temperaturas, fundamentalmente la bajada de actividad física, y con este sistema lo que estamos consiguiendo es aumentar la frecuencia de entrada al robot; buscamos llegar a superar las tres asistencias diarias”, señala Sebastiá Ruiz, de Emporvet, empresa que ha puesto en marcha este sistema en esta ganadería gerundense en colaboración con Lely. 
“Poner la ducha en los robots ha sido una decisión muy beneficiosa: vemos que cuando empieza a funcionar, unos dos minutos después del inicio del ordeño, el animal se relaja notablemente y, además, las asistencias al robot han aumentado desde su instalación; hemos pasado de una media de 2,8 a casi 3,2”, destaca el propietario. 
También en lo relativo a la lucha contra el estrés por calor en Can Raset están potenciando el aspecto de la monitorización. Recientemente han colocado a todos sus animales adultos los dispositivos SenseHub de Allflex para hacer un mejor seguimiento de la actividad del rebaño. 
“Registran y analizan los datos de jadeo de cada animal y, cuando estiman cuáles pueden estar sufriendo un episodio de estrés por calor, envían una alerta. Esto permite optimizar los sistemas de refrigeración de la granja y hacerlos más eficientes”, explica Antonio Díaz, de MSD Allflex.